Mosaico de las Metamorfosis

Mosaico de las Metamorfosis

jueves, 13 de diciembre de 2012

De caza por la zona

Piazza Armerina, Sicilia
Al igual que ahora muchos hombres salen de caza los domingos por la zona de la Sagra, la actividad cinegética era uno de los pasatiempos favoritos de los propietarios de villas romanas. En la época se pensaba que servía para fortalecer el carácter y para ejercitarse físicamente en tiempos de paz, además de para proteger a los rebaños.
El ritual de la caza empezaría, por lo que parece, muy probablemente con la ofrenda a Diana cazadora, protectora de los bosques y de los montes. Los criados portarían estacas, redes y demás aparejos. Después seguiría la caza propiamente dicha. Posteriormente un descanso en el que se hacía una comida y la jornada terminaría con la vuelta a casa de los cazadores y los esclavos cargando con las piezas conseguidas.
La cacería a caballo de venados y jabalíes se realizaba haciendo huir a la presa conduciéndola hacia unas redes y usando lanzas y flechas para abatirla. Los perros formaban parte de la persecución de los animales grandes o pequeños y eran muy apreciados por sus dueños, que ponían sus nombres en los mosaicos de sus residencias.

Durante el Bajo Imperio se elaboraron ricos mosaicos y otras piezas artísticas con motivos de caza. Con ello el propietario de la villa deseaba mostrar el triunfo del Bien sobre el Mal ( la victoria del hombre sobre la bestia) y al mismo tiempo expresar su status social, pues solo los ricos podían dedicarse a esta actividad.
La aparición de animales salvajes en algunos mosaicos en lugares donde era imposible encontrarlos, puede significar que se copiaban los motivos de mosaicos africanos y asiáticos, además de identificarse con el poder imperial, pues solo los emperadores o altos cargos podrían tener la opción de cazar estos animales.
El emperador Adriano fue un gran aficionado de las cacerías, que compartía con sus amigos, y se dice que mató a un león, y que llegó a romperse la clavícula y una costilla con esta actividad.


Mosaico Adonis, Carranque

En la villa de Carranque se funde, en un mosaico de una sala de recepción, el mito de Adonis, que encuentra la muerte al enfrentarse con un jabalí, practicando su actividad favorita , la caza; pasatiempo que estaría, seguramente, entre las actividades preferidas del dueño de la villa. En el mosaico aparecen el dios Marte y Venus, que contemplan la escena en que Adonis lucha con un jabalí, mientras que en otro plano  se representan los perros con sus nombres, Leander y Titurus, que acompañarían a su amo en sus excursiones cinegéticas.

Las aves solían ser cazadas con el método del aucupium, que consistía en una caña untada con una sustancia pegajosa en la que los pájaros quedaban adheridos y atrapados. La caza de la perdiz con una enjaulada como reclamo también era una práctica común. Asimismo era habitual la cetrería o caza con halcón.